Novelatikx-Choice-Awards
 
  NCA-Home
  ¿Que es Novelatikx-Choice-Awards?
  NCA Abril2010 - San Valentin
  NCA NovDic 2009
  NCA 8 Agosto 2009
  => MaFer- 1er Lugar NCA Agosto 09
  => Danny-2do Lugar NCA Agosto 09
  => Erika&Laura-3er Lugar NCA Agosto 09
  => *Berta
  => *Orii&Naza
  => *Priscila
  => *Cynthia
  => *Rut
  => *Aurimari&Oriana
  => *Alexandra
  => *Ariana
  => *Conxu
  => **Mikayla
  => *Stefu
  => *Adri, Sel &Nessa
  NCA 15 Mayo 2009
  Gracias Novelaticas.nireblog.com
  Queremos saber tu opinion!
  Avisos Agosto 09
  ¡Premios Novelaticas!
  Contacto
Danny-2do Lugar NCA Agosto 09
Chicas! La historia de Danny! Esta hermosa! Leanla! y visiten su novela!>>> http://tu-eresla-protagonista.nireblog.com/ Donde cada dia nos sorprende mas =)

Mejores Amigos, Por siempre…


 
 
Yo tenía siete y él tenía nueve cuando nos vimos después de tanto tiempo. Francamente no recuerdo cuando nos conocimos por primera vez, creo que yo tenía meses de nacida y él tan solo dos años. Mis papás tuvieron que dejar la ciudad por trabajo, esa etapa de mi vida es borrosa aun que tengo la sensación de que fue buena. Bueno, sus padres y los míos son muy unidos, muy buenos amigos. Nuestros padres se conocen desde la universidad y nuestras madres se conocen desde casi siempre.
 
Les quiero contar la historia de cómo lo conocí a él. El amor de mi vida, Noah Grogan. Cuando nos vimos por primera vez fue para la celebración de su cumpleaños número nueve, yo con mi familia habíamos llegado recién a nuestra nueva casa. Recuerdo ver a mi papá entrar emocionado a la casa contando que los Grogan eran nuestros vecinos. Y comenzó a contar sus típicas historias con Mike. Bueno, después fuimos a la casa de los Grogan para saludar y resulta que era el cumpleaños de Noah, su pequeño hijo. Estaba llenos de niños pequeños, más o menos, de la misma edad de Noah, corriendo por todas partes y saltando. Había mucha comida y una casa en un árbol. En realidad estaba en la base del árbol pero suena mucho mejor como “la casa del árbol”.
 
No puedo decir que cuando nos vimos hubo una conexión con él ni nada por el estilo, eso si nos llevamos bien de inmediato. Jugamos juntos durante todo su cumpleaños, hasta que ya el sol se había ido y comenzó a hacer frío, todos sus amigos se habían ido, así que me invitó a su casa del árbol, ahí estuvimos jugando con sus juguetes hasta que nos quedamos dormidos por lo tarde que era. Después mi papá nos encontró y me llevó a casa. A partir de ese día nos volvimos inseparables, íbamos juntos a todas partes, compartíamos las cosas, éramos como los hermanos que no teníamos. Nuestros padres siempre nos molestaban con que íbamos a terminar juntos, de que nos enamoraríamos y que nos casaríamos, era como su preciado sueño.
 
Los años pasaron y él tenía once y yo nueve, seguíamos igual o más de inseparables que antes. Recuerdo que él iba a mi casa día por medio y yo iba a la suya día por medio –nos turnábamos-. Bueno un día estábamos en los columpios balanceándonos –en realidad él me empujaba a mi- cuando detuvo el columpio y me dijo
 
Lizzie -como a él le gustaba decirme- yo fácilmente podría tumbarte, podría darte una paliza.
 
Inténtalo –le dije tras haber quedado un poco conmocionada con lo que me había dicho.
 
Lo haría –replicó- pero mis papas me enseñaron a no golpear nunca a una mujer.
 
Al escucharlo decir eso quedé impresionada ahora que lo pienso no muchos niños de once años dicen eso. Además siempre fue firme a su palabra, cuando yo era pequeña era capaz de hacer enojar a alguien muy rápido pero él nunca trató de hacerme callar y menos golpear.
 
Noah siempre me decía que yo era una niña muy linda cuyos ojos podían iluminar toda la manzana. Era muy tierno conmigo, siempre lo fue. Siempre fue un caballero conmigo y me protegía de todo. Con Noah teníamos una amistad muy especial, éramos como mejores amigos por siempre. Él venía a mí cada vez que tenía un problema amoroso y viceversa.
 
Nuestro punto de reunión era la casa del árbol pero a medida que fuimos creciendo tuvimos que cambiarlo por la camioneta vieja del papá de Noah, que había prometido dársela cuando tuviera edad para conducir y que se la iba a arreglar cuando sacara la licencia para conducir. Así que desde los siete hasta los trece años –míos- nos juntábamos en la casa del árbol después nos comenzamos a juntar en la camioneta. Estaba toda oxidada y la radio apenas funcionaba pero era casi un hogar para nosotros.
 
Recuerdo cuando yo tenía quince y él diecisiete. Un día yo me sentía terrible por que él chico que me gustaba le gustaba otra persona, así que fui a la camioneta para poder pensar o escribir o escuchar música tranquilamente. Estuve ahí como una hora antes de que llegara Noah con unos amigos a su casa y me viera dentro de la camioneta. Él hizo pasar a sus amigos a su casa y luego fue hacía la camioneta.
 
¿Qué pasa, pequeña Lizzie? –preguntó abriendo la puerta de la camioneta.
 
No soy pequeña, pequeño Noah.- le dije sonriendo.
 
Noah rió.
 
Vamos, Lizzie, ¿Qué sucede? – preguntó una vez más.
 
Problemas con el amor- le dije.
 
Noah tomó asiento al lado mío.
 
Lizzie, eres preciosa y no necesitas a un chico que te haga sufrir –me dijo mientras me miraba fijamente los ojos.
 
Tus ojos son hermosos y capaces de iluminar toda la ciudad –me dijo para subirme el animo.
 
¿No que era toda la manzana? – le pregunte con una pequeña risita.
 
Hoy no, hoy iluminas toda la ciudad –me dijo.
 
Nosotros solíamos conversar muy cerca el uno del otro, pero nunca nos dábamos cuenta. Pero ese día yo me percaté de eso. No me molesto. Bueno él se quedo mirándome fijamente mucho rato. Yo también lo miraba, no les voy a mentir, me encantaba mirarlo. Me daba tranquilidad ver su rostro. Ver sus ojos verdes, su cabello castaño claro liso caía perfectamente por su frente.
 
Bésame- le dije.
 
¿Qué?- preguntó Noah algo desconcertado.
 
¿No te atreves a besarme?- le dije con un tono desafiante.
 
Noah se acercó a mí, fue perfecto. Cayó en mi trampa, abrí la puerta de la camioneta y corrí, lo más rápido que pude. Noah se dio cuenta de esto y salió de la camioneta, se paró en el suelo de la camioneta y apoyó sus brazos en el techo de la camioneta para verme correr. Vio hacía donde me dirigía y comenzó a correr directamente hacía allá, yo juraba que estaba a salvo cuando siento que alguien cae encima mío, ni siquiera me dolió, comenzamos a reír en el piso. Nos revolcábamos en la tierra cuando nos quedamos mirando fijamente a los ojos. En ese momento empecé a sentir algo raro, pero especial por Noah. Que nunca antes había sentido. Yo siempre vi a Noah como a un hermano pero ese día fue raro. Y sé que él también lo sintió, lo pude notar en sus ojos. Para romper el momento mágico en el que estábamos Noah se acercó a mí y me besó en la mejilla.
 
¿Ves? Sí me atrevo a besarte. –dijo con un tono de ganador mientras me ayudaba a levantarme.
 
Yo solo reí con una risa nerviosa.
 
Luego comenzamos a caminar hacía su casa, era una costumbre ir a cenar a su casa. Íbamos bromeando y riendo cuando entramos a la casa. Noah me hablaba de un ratón creo, la verdad no le puse mucha atención por que estaba preocupada por lo que acababa de sentir, era raro. ¿Era Amor? ¿Era amistad? ¿Era el comienzo de algo? Nadie lo sabía.
 
Entramos a la casa y habían dos amigos de Noah esperándolo en el corredor. Eran bastante atractivos, los dos. Altos, uno era rubio y el otro tenía rulos. Los mire disimuladamente y seguí caminando. Detrás de mí venía Noah que se dio cuenta como yo los mire y como ellos me miraron. Escuche a Noah decir “No, chicos, ella esta prohibida”. Cuando escuché eso sentí como mariposas en mi estomago y me ruborice de inmediato. No estaba acostumbrada a este nuevo sentimiento que Noah me hacía sentir y eso que solo llevaba como media hora con él –sentimiento-. Cenamos tranquilamente los seis – La mamá de Noah, el papá de Noah, los dos amigos y yo- Los dos amigos- Clark y Tom- conversaban mucho conmigo y Noah siempre los interrumpía con cualquier escusa. Pero se harto cuando Tom ya había comenzado a coquetear conmigo, Noah se levantó de la mesa y le dijo a Tom que lo acompañara. No estoy segura de que le dijo pero cuando volvieron Tom no me habló más hasta que se despidió. Esperamos hasta que Clark se fuera a su casa y nos quedamos jugando videojuegos un rato. La pasábamos increíble. Ya era tarde ese día y Noah tenía cosas que hacer.
 
Vamos Lizzie, te tengo que ir a dejar a tu casa. –me dijo.
 
No quiero Noah. Mis padres no llegan en un rato más. – le dije esperando que fuera verdad.
 
Noah miró por la ventana y vio el auto de mis padres estacionado afuera de mi casa. Noah me miró y rió un poco.
 
Vamos Lizzie, es enserio. Tengo cosas que hacer.
 
No quiero Noah. – le dije.
 
¡Elizabeth! – Me llamo la atención- Vamos a tu casa.
 
Me levantó entre sus brazos y me fue a dejar hasta mi casa. Yo le gritaba para que me bajara, odiaba que hiciera eso por que sentía que me podía caer. Llegamos al pórtico de mi casa y me bajó.
 
Sana y salva en tu hogar- me dijo con una sonrisa.
 
Gracias- le dije con una sonrisa.
 
Nos quedamos un rato así, sonriéndonos, el uno al otro. Noah reacciono, se despidió de mi con un beso en la mejilla y se fue a su casa. Ese fue el primer día que sentí “algo” por Noah, ese día traté de dormir pero no pude, me revolcaba en mi cama pensando en Noah. Pero gracias a mi gran voluntad ese mismo día me dije a mi misma que era imposible que Noah sintiera algo por mi y viceversa. Nunca toqué ese tema con Noah, era mejor.
 
El día de mí cumpleaños número dieciséis unos amigos me hicieron una fiesta sorpresa. Y yo sentía esta enorme atracción por un chico de mi curso. Era tierno, simpático y reíamos mucho. Yo estaba convencida de que yo a él le gustaba, de hecho nos abrazábamos y todo. Bueno mis amigas hicieron todo un plan para que yo no me diera cuenta de la fiesta que me tenían preparada y funcionó. Llegamos a la casa de mi amiga -donde se estaba haciendo la fiesta- y salió todo el mundo a saludarme y etcétera, muchos regalos y abrazos. Llegó el turno del chico de mi curso para saludarme y nos quedamos mucho rato hablando. Al rato lo perdí de vista. Ya cuando era tarde la gente se empezó a ir y solo quedábamos unos cuantos así que nos pusimos a ver películas. Yo me senté en un lugar sola por que me sentía demasiado mal –producto del alcohol- y recuerdo haber visto al chico que me gustaba coqueteando con una amiga. Dios mío, no tienen idea cuanto me dolió eso. Y todavía duele cuando repaso ese momento en mi cabeza. Me levanté rápidamente y fui al baño. Cerré con llave y me senté en el piso a pensar. No lloré pero pensé mucho, además que el alcohol me hacía pensar idioteces. Dentro de todos eso pensamientos negros apareció la luz, pensé en Noah. Sin dudarlo saqué mi celular y lo llamé. Él estaba con una chica pero fue capaz de dejarla a ella e ir a buscarme. Yo salí del baño y de la casa diciendo “Adiós”, afuera estaba Noah, esperándome. Verlo ahí dentro de esta tormenta que yo estaba sintiendo fue lo mejor que me ha pasado. Él salió de la camioneta por que vio que yo venía tambaleante, se acercó a mí rápidamente y yo lo abracé como nunca antes lo había abrazado. 
 
Muchas gracias Noah- le dije mientras lo abrazaba.
 
No hay de que- me contestó con una sonrisa, devolviéndome el abrazo.
 
Luego subimos a la camioneta y no hablamos, yo me sentía demasiado mal. Ya cuando estábamos apunto de llegar a mi casa, Noah apagó la camioneta.
 
¿Qué sucedió?- me dijo Noah preocupado.
 
Nada –le dije- solo los estúpidos sentimientos de amor
 
¿Estúpidos? Por favor. Son lo mejor. –dijo con una sonrisa.
 
Solo si son correspondidos –le dije algo triste- Siempre me pasa esto –continué.
 
Tienes que tener más cuidado con los chicos que escoges. Mira, se que esperabas pasar toda la noche con ese chico, pero vas a pasar la noche conmigo –me dijo sonriente.
 
¿Acá, en la camioneta? –pregunté.
 
Sí, traeré frazadas y el DVD portátil y veremos películas y después hablaremos. –me dijo.
 
¿Y la chica con la que estabas?- le pregunté.
 
No tiene importancia, prefiero estar contigo que con ella. 
 
Yo solo sonreí.
Noah encendió la camioneta de nuevo y se estacionó en su casa. Yo llamé a mis padres y les dije que iba a estar con Noah. Mientras que Noah iba a buscar frazadas y el DVD. Nos divertimos tanto esa noche, fue lo mejor. Vimos dos películas y después comenzamos a conversar. Siempre lo hacíamos. Y nos encantaba jugar a las diez verdades.
 
Ya, está es mi última pregunta.- le dije.
 
Piénsala bien, por que desperdiciaste las otras nueve- dijo Noah riéndose.
 
Le di a Noah una risa sárcastica.
 
Ya sé, ¿Que es lo que te más molesta de mi?- le pregunté.
 
Noah pensó.
 
Nada, pero eso sí me molesta mucho cuando te miran en la calle.- me confesó.
 
¿Por que?- le pregunté
 
No sé- me dijo sonriendo.
 
Ya, te toca tu pregunta número diez- le dije sonriendo.
 
¿Tendrías algo conmigo? –preguntó poniéndome en problemas.
 
Que pesado, lo haces por que sabes que me pongo nerviosa- le dije dándole un golpecito en el brazo- No te responderé eso- le dije.
 
Luego de seguir conversando por horas nos quedamos dormidos.
 
Meses después Noah tenía novia y yo tenía un novio también. Noah me presentó a su novia y no me agradó, era pesada y trataba mal a la gente. Yo le presenté mi novio a Noah y Noah lo odió. Durante ese tiempo estuvimos muy enojados los dos, no nos hablábamos y menos nos mirábamos. Pero llegó ese terrible día, una estúpida pelea con mi novio por culpa de Noah. A mi novio no le gustaba Noah y yo me sentía mal por eso –además del hecho que estábamos peleados- y tuvimos que terminar, él no era mi tipo. Una amiga para subirme el ánimo me invitó a una fiesta. Había mucha gente, principalmente compañeros de curso de Noah. Una parte de mí quería verlo y la otra no. Bueno yo estaba bailando con un tipo y ese tipo trató de propasarse varias veces así que le dije que iba al baño para zafarme de él. Iba caminando al baño cuando ese mismo tipo me acorraló contra la muralla para besarme.
 
¡Déjame! – grité.
 
No, bésame- me respondió con una voz pervertida.  
 
Cerré mis ojos para poder escapar de esto, pero de un momento a otro el tipo ya no estaba encima de mí, alguien le estaba dando una paliza.
 
¡Ella dijo que la dejaras! –dijo alzando la voz.
 
Reconocí de inmediato esa voz, era Noah. Estaba feliz de escuchar su hermosa voz. Noah dejó al tipo en el piso y fue hacía mí.
 
Lizzie ¿Estas bien?- me dijo poniendo sus manos en mi cara.
 
Ahora sí Noah.- le respondí con una sonrisa.
 
Casi no podíamos hablar por que la música estaba muy fuerte, así que salimos a la terraza, no había nadie y todo estaba muy oscuro. Íbamos caminando en silencio cuando decidí romperlo.
 
¿Por qué lo hiciste?- le pregunté.
 
¿Qué cosa?- respondió él.
 
Defenderme… nosotros estamos enojados. – le dije.
 
No importa lo enojados que estemos, o lo separados que nos encontremos, siempre, –me dijo mientras se acercaba a mí- siempre te protegeré.
 
Hubo un silencio muy incómodo mientras nos mirábamos a los ojos. Noah se puso nervioso y lo rompió.
 
Y… ¿Cómo esta tu novio?- me preguntó alejándose un poco de mí.
 
Terminamos hoy – le dije.
 
Noah se preocupó.
 
Y… ¿Estás bien?-me dijo.
 
Sí, no era mi tipo… Y ¿Cómo esta tu novia?
 
Ella esta bien, lo que es nuestra relación, no esta nada bien, creo que es mejor terminar con ella. –dijo algo frustrado.
 
Pero si la amas no termines con ella- le aconseje y admito que me dolió decirlo.
 
Ese es el problema, creo que no la amo. – me dijo.
 
Me alegré al saber esto.
 
Noah terminó con ella esa misma semana. Y nosotros volvimos a ser los mismos buenos amigos de siempre, aun que yo sabía que si uno de los dos cedía esa amistad terminaría en una relación. Pero creo que ambos temíamos besarnos por que nuestra amistad de varios años se esfumaría en un segundo. Como dicen es más fácil destruir que construir.
 
Con Noah cada vez mantener nuestra amistad se complicaba, por distintos motivos, por celos –a ambos nos desagradaban los novios/as del otro- nadie era suficientemente buena para él. Él era lo mejor y yo quería lo mejor para él. Yo creo que ni su propia madre era así. Por que ella me quería a mí como pareja de su único hijo, Noah. Cada vez que yo iba a cenar a su casa sus padres nos molestaban y nos decían indirectas. Por ejemplo una vez su padre le dijo a Noah “Muchacho, apúrate por que se te va a escapar” al frente mío.
 
Para mi cumpleaños número diecisiete yo estaba enferma, en cama y Noah fue a verme para entregarme mi regalo. Entro con su guitarra y se sentó a mí lado para tocar algo que jamás pensé que iba a tocar.
 
Tú sabes como odio a este grupo, pero como a ti te encanta esta canción quisiera tocar el coro. –me dijo.
 
Yo solo sonreía.
 
Noah empezó a tocar una melodía que me sonaba muy familiar y cuando comenzó a cantar fue lo más emocionante.
 
When you look me in the eyes, - Noah me miraba- and tell me that you love me. Everything's alright, when you're right here by my side. When you look me in the eyes, I catch a glimpse of heaven. I find my paradise, when you look me in the eyes.
 
When you look me in the eyes, and tell me that you love me. Everything's alright,
When you're right here by my side. When I hold you in my arms I know that it's forever
I just gotta let you know I never wanna let you go
 
Sí, Noah, reconocido Anti-Jonas Brothers me había cantado “When you look me in the eyes” de hecho, había hecho un pequeño cover de esa canción, nunca lo olvidaré. Él siempre decía cosas en contra de los Jonas y yo lo dejaba hablar, total yo sabía que no eran ciertas.
 
Nos quedamos mirando un momento y fue cuando me di cuenta que estaba perdidamente enamorada de Noah, mi mejor amigo por años, mi casi hermano, el hombre con el que yo podía ser perfectamente yo. Sí, de ese hombre yo estaba enamorada. Y todo este tiempo fue así, desde los quince años que yo me lo negaba a mi misma, pero ya no podía más. Yo tenía miedo de decírselo así que mejor callé y disfruté su compañía. Horas después de que Noah me cantara llegaron unas amigas y no paraban de decirme que Noah me miraba raro, que no me perdía de vista y que siempre me sonreía y no como era usual en él, si no que de manera diferente. Preferí no escucharlas para no ilusionarme a mi misma.
 
Unos meses antes de mi cumpleaños número dieciocho yo me iba de intercambio durante un año a Estados Unidos, cuando le conté a Noah que me habían aceptado y que me iba a ir en los próximos seis meses él no se separó más de mi, hacíamos todo juntos. Como si fuéramos novios –ecepto por los besos y cosas obvias- fueron los mejores seis meses de mi vida, junto al amor de mi vida. Yo sentía que Noah quería decirme algo pero algo dentro de él se lo impedía, yo traté de hablar con él pero no había caso, no me quería decir.
 
Ya llegó ese terrible día, mi partida. Me despedí de mis amigos y al final de Noah. Fue terrible verlo así con lágrimas en sus ojos que no quería dejar partir. Me abrazó como nunca antes lo había hecho y no me quería dejar ir.
 
No te quiero perder Lizzie- me dijo.
 
No me perderás- le dije- volveré dentro de un año.
 
Eso es mucho- me decía con sus ojos llenos de lágrimas contenidas.
 
Es tarde, me tengo que ir. Mis padres me esperan-le dije.
 
No, no te vallas –me dijo.
 
Sentí que me quería decir algo pero no lo hizo, me tenía que ir.
 
Adiós, Noah, te llamaré apenas aterrice –le dije mientras me iba.
 
Adiós- Dijo Noah deprimido.
 
El camino hacía el aeropuerto fue el peor de todos, dejar a Noah así de destrozado fue lo más terrible que he tenido que hacer en mi vida. Se me partía el corazón. Estaba apunto de pasar a la aduana cuando siento que alguien gritó mi nombre.
 
¡Lizzie! ¡Lizzie! –era Noah.
 
Miré hacía atrás y lo vi a él, corrí con todas mi fuerzas para encontrarme con él y abrazarlo.
 
No te puedes ir sin que antes te dé un último recuerdo- me dijo.
 
¿Qué cosa?- le pregunté.
 
Esto- me dijo mientras ponía sus manos en mi rostro para afirmarlo.
 
Se acercó a mí lentamente, o eso parecía. Nos miramos fijamente a los ojos durante unos segundos mientras estábamos a centímetros de distancia, con sus manos me acariciaba el rostro y yo ponía las mías alrededor de su cuerpo. Acercó su rostro hacía el mío y me besó. El mejor beso de toda mi vida. Lentamente acercó mi cuerpo contra el suyo poniendo sus manos en mi cintura. No me quería dejar ir. Y yo tampoco. Habíamos pasado por tanto y al final estaba entre sus brazos como yo quería estar. Nos separamos lentamente sonriendo.
 
¿Qué fue eso? –le dije.
 
Eso fue un Te amo y estaré aquí cuando vuelvas. –me respondió Noah.
 
Un último beso y me tenía que ir. Tenía que abordar mi avión. Hubiera dado lo que sea con tal de no haberme ido y estar con Noah, poder tocarlo y sentirlo mío. Pero él espero hasta el último momento para hacerlo. El último beso fue el más duro por que sabíamos que nos teníamos que separar. Era tiempo de enfrentar la realidad, nos besamos por última vez y abordé mi avión.
 
Ese fue el peor y el mejor año de mi vida. Viví miles de cosas importantes pero también tuve que dejar al amor de mi vida sabiendo que el sentía lo mismo que yo.
Por lo menos pasó rápido, en un abrir y cerrar de ojos ya estaba abordando de nuevo un avión, eso si con destino a mi ciudad. Por desgracia estaba muy insegura con mis sentimientos y ya no era lo mismo, con Noah nunca hablábamos así que di lo nuestro por muerto. Volví esperando encontrar a mi buen amigo Noah y todo como era antes.
Yo volví con diecinueve años y Noah tenía veintiuno. Llegué a casa y tenía una fiesta de bienvenida, estaban todos mis amigos y mi familia. También estaba Noah, hablamos y reímos como si nada hubiera pasado. Ese mismo día me presento a su novia Constan, no les voy a mentir, me sentí muy mal por que yo pensaba que Noah sentía lo mismo que yo. Además su novia no me agradó para nada y yo sé que yo no le agradé a ella. No me importo. Era su novia hace dos meses.
 
Esa misma noche cuando la fiesta ya había terminado recibí un mensaje de Noah diciendo que necesitaba hablar conmigo urgente y que nos juntáramos de inmediato en la camioneta. Salí de mi casa sin hacer ruido y me dirigí a la camioneta. Estaba Noah ahí, afligido, lo podía ver en su cara. De verdad era urgente. Nos subimos a la camioneta y comenzamos a hablar.
 
¿Qué paso? ¿Qué es esta cosa tan “urgente”? –le dije.
 
Bueno … yo… mh… -nervioso- Yo pensé que si tenía novia podía olvidarte y lo había hecho. –me dijo.
 
Ah… -dije yo, algo molesta.
 
Pero resulta que no es así, Elizabeth, te amo, siempre ha sido así. Terminé con Constan para estar contigo, por que de verdad te amo, eres la mujer perfecta para mí y te amo con todas tus virtudes y defectos.
 
Casi muero ahí mismo, empecé a temblar y me puse muy nerviosa.
 
Yo también te amo- fue lo único que le pude decir.
 
Con una de sus manos tomó mi mentón y se acercó a mí, nuestras respiraciones chocaron al encontrarse, nuestros ojos penetraron nuestras almas y pudieron ver dentro de nosotros. Se acercó más y rozó sus labios contra los míos, luego de un rato nos besamos apasionadamente.
 
Tres meses después nos encontrábamos de nuevo en esa camioneta donde Noah me había declarado su amor. Donde nos dimos nuestro segundo beso. Éramos novios y nada podía ser más perfecto que eso. Nos reíamos todo el tiempo y cuando teníamos que ser serios lo éramos, era lo mismo que ser los mejores amigos de siempre pero ahora nos amábamos.
 
Lizzie, por favor pásame un CD de la guantera- me dijo Noah sonriendo.
 
Okay –le dije.
 
Abrí la guantera y cayó una cajita. Miré a Noah y lo vi preocupado, tomé esa cajita con mis manos y la inspeccioné. La abrí y adentro había un anillo, el más lindo anillo que yo halla visto en mi vida. Miré a Noah con lágrimas en mis ojos. Noah tomó la caja y sacó el anillo lentamente. Tomó mi mano y me sonrió.
 
Elizabeth siempre he pensado que importa mucho el lugar y la manera de decir esto pero en estos tres meses me he dado cuenta que eso no importa, lo que de verdad importa es que tú me haces feliz, más feliz de lo que pudiera haber alguna vez soñado y quiero saber si tú me das la oportunidad de pasar el resto de mi vida tratando de hacerte sentir lo mismo.-me dijo un emocionado Noah.
 
Yo no podía creerlo y tampoco podía decir nada.
 
Y sé que es un poco apresurado por que hemos estado juntos solo tres meses, pero Lizzie, te conozco lo suficiente como para saber que quiero pasar el resto de mis días contigo y con nadie más… Lizzie ¿Te casarías conmigo?- me dijo Noah con una sonrisa encantadora, con la misma sonrisa de la cual me enamore.
 
¡Sí! –Le dije- obvio que sí, te amo- salté encima de él y comencé a llorar de la emoción.
¿Qué hora es?  
   
¿Quienes Somos?  
  Hola chicas!!!

Nosotras somos

Cecii[13 años] y VaNiix!!![16 años]

creo qe la mayoria nos

conoces por nuestras

novelas!!!!!

Esperamos este blog les guste

y participen en nuestros concursos!!!

Novelatikx-Choice-Awards!!!!!

si nos qieren contactar agreguenos:::...

Novelatikx_CA@hotmail.com!!!!

si quieren nuestros messenger

personales dejen un cometario!!!
 
Visitantes!  
  Contador Gratis
Contador Web
 
Hoy habia 3 visitantes¡Aqui en esta página!
Este sitio web fue creado de forma gratuita con PaginaWebGratis.es. ¿Quieres también tu sitio web propio?
Registrarse gratis